Este robot humanoide, tiene un cuerpo similar a otros robots fabricados con su misma estructura, con la diferencia de que no hay ningún otro que tenga unas manos tan perfectas. Cada muñeca del Ocean One está articulada de forma casi semejante a la de cualquier ser humano y sus manos están equipadas con sensores de fuerza que transmiten retroalimentación háptica a los pilotos que lo manejan, por lo que se puede percibir de forma asombrosa qué es lo que está agarrando el robot y si lo ha está haciendo con más o menos fuerza.
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